Embriagado, luego absurdo

Te conocí una noche,
un bar fue el lugar
decadente de hecho,
poco por mencionar,
notas sin ton ni son,
notas de aquella canción
tan repentina como el fulgor,
de un valiente corazón.

La luna mi tierna dama,
ingrata del sol enamorada
perfumado hasta los dientes,
como siempre irreverente
irremediable loco andante,
de la noche fiel amante
vodka, luces y un buen son;
me acompañan sin razón.

Sirva un trago y luego el otro,
hoy me embriago sin reposo
calle, droga y perversión;
la constante distracción
fuera males y pesares,
hoy me encierro en mis cabales,
un cigarro y luego otro,
no me ubicó, ya estoy loco.

Engendro sabor perfecto,
demonio sediento insaciable
deambulas siempre distante,
absorto del perfecto instante,
el mismo que se hace presente,
el mismo marcado en mi mente
perpetuo suplicio olvidado
de un vaho infernal perfumado.

Indumentaría pesada ya dañada
labor del tiempo con tarjeta marcada
desahogando ya maltrecho mi alegría
alérgico al dolor que me investia;
paso a paso omito el rumbo
noches largas, día absurdo
un ron es hoy mi fiel amigo
que vendrá después, lo dirá el destino.


Comentarios

  1. Excelente escrito, sin igual encanto en esas letras que riman de manera prodigiosa con un gran sentido.

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